
Por Manuel Narváez Narváez
…..La resistencia chihuahuense a los designios de la 4T, ha caído. Chihuahua era uno de los escasos bastiones del país donde los capitanes del gran capital se habían resistido a involucrarse abiertamente en el proceso interno de Morena para elegir a la o al sucesor de AMLO.
El domingo 8 y el lunes 9 de mayo, la jefa de gobierno de la CDMX y el canciller mexicano se dieron cita por estas tierras para disputarse las querencias de los patrones empresariales que, huelga decir, saben treparse a tiempo a los botes salvavidas.
So pretexto de atestiguar firmas de convenios balines, los principales cráneos de la inversión local se apersonan en primera fila para ser vistos. Como pase de lista al concierto de la o el artista del momento.
Que a nadie extrañe el “olfato” previsorio de la plana mayor del “fifismo” chihuahuense, porque solo protegen su patrimonio de los vendavales políticos, y conocen como hasta el más zurdo es diestro para recibir “aportaciones”.
Es justo decir que, mientras las aspiraciones presidenciales de la gobernadora estuvieron firmes, los dueños de billete grande mantuvieron bajo perfil antes de exhibirse públicamente. Los patrones entienden que el infierno quema, pero también tiene rostro de Ángel.
Ahora bien, los empresarios que acudieron a compartir la mesa y la sal con la “corcholata” favorita de López Obrador, en el restaurant más grillo de la capital, obedece a una clara ausencia de la oposición en la entidad.
Hace meses que el PAN, PRI, PRD y MC dejaron de ser un contrapeso visible y viable para contener a Morena y a la 4T.
Salvo la magna manifestación social para defender al INE del totalitarismo de AMLO, la oposición brilla por su ausencia. Si hay señales de vida es en Coahuila y EDOMEX, donde muy probablemente pierdan el bastión electoral más grande de México.
Ha sido tal y desproporcionada la campaña interna anticipada de Morena, que el INE y el TEPJF prefirieron hacerse de la vista gorda para salvar el pellejo.
Por su parte la partidocracia opositora ha sido incapaz de argumentar ante la flagrante violación a las leyes electorales y ha sido nulificada operativamente para asegurar elecciones equitativas en el 2024.
La culpa no es de Morena, tampoco de la 4T, ni del presidente, pues ellos que tienen perfectamente clara la meta de hacerse del control absoluto del poder.
La responsabilidad de condenar a los mexicanos por otros seis años del bodrio “transformador” subyace en la soberbia histórica de una oposición perdida entre las migajas del sectarismo y la fatídica arrogancia para pedir perdón por la herencia del México desigual.
A 13 meses de la sucesión, la oposición apenas si pinta, No tiene o quiere segur postergando la definición del perfil idóneo para hacerle cuando menos sombra, a Morena.
Maru Campos se retiró a tiempo de la contienda, porque lleva una responsabilidad a cuestas que no acepta distracciones ni medias tintas.
De la gobernadora depende elevar de a deveras la tranca para cuando venga la sucesión. Si no lo hace, cualquier piojo con sobrecitos de dinero público o alguna edecán legislativa vendrían a rematar sin piedad la historia de Chihuahua.
Este pueblo de corta memoria ya ve en Claudia Sheinbaum, Marcel Ebrard y Adán Augusto, al sucesor (a) de AMLO, no al terrible personaje criminal detrás de las responsabilidades gubernamentales que ostentan, pero como ya lo dije, esa omisión ya no es culpa de ellos.
Los empresarios simplemente aplican lo que vienen haciendo por generaciones: Cuidar y acrecentar el capital, y apostarle poquito al (a) que sigue. Al cabo que el apellido de alcurnia arropa con elegancia sin importar la geometría política.
Es cuanto.
Email: narvaez.manuel.arturo@gmail.com
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