Colosio: una marca, una historia

La columna de Luis Froylán Castañeda

…..Secuestró la conversación pública con un megáfono ensordecedor donde sólo sus otros datos y las sinrazones e injurias son escuchados, el gran dispensador de honestidades y corrupciones quiere convencer a los mexicanos de que la oposición está moralmente derrotada y sin candidatos, porque “todos son impresentables para el 2024”.

Aturdidos, muchos opuestos al régimen compraron la falacia al punto de aceptar como inevitable la derrota, cuando todavía no ha empezado la batalla.

Al verlos timoratos, el vulgar matoncito se muere de risa y los insulta de mil maneras, dándose atribuciones de anunciar extensas listas de candidatos opositores, entre los que incluye a políticos en desuso, comunicadores histriones, corruptos públicos, empresarios radicalizados, senadores acomodaticios, impresentables líderes de partidos, entreverados con perfiles acreditados capaces de competir contra cualquiera de sus peleles, a los que denigró llamándolos corcholatas.

En esa lista, apuntado como uno más, le asusta el nombre de Luis Donaldo Colosio. Su desarrollado instinto político lo previene de la fortaleza electoral que representa para sus aspiraciones continuistas el joven alcalde de Monterrey. Sabe que Colosio más que un nombre, es una marca y una historia sentimental alojada en el ser mexicano, por el martirio de su padre, la última esperanza nacional para mitigar el feroz liberalismo que nos trajo Salinas, sin caer al extremismo de un régimen inspirado en ideologías genocidas reprobadas por la historia y el castro-chavismo que promueve la pobreza como instrumento de permanencia; “con los pobres vamos a la segura”.

Ofende a todos los aspirantes, los ningunea, se mofa de ellos, los amenaza enviando contra ellos las instituciones del poder, pero de Luis Donaldo Colosio Riojas guarda prudente silencio, lo ignora como al elefante en la sala siendo que, popularmente, es el mayor de sus adversarios.

¿Por qué se calla, él que hizo su campaña y mantiene el poder insultando lo mismo a críticos que a enemigos políticos, reales y ficticios?

 Conoce sus límites, sabe que contra el martirio del padre y la historia del joven jamás podría.

Esa historia lo sobrepasa, sin haber expresado su interés público ni movido un solo dedo haciendo precampaña, Luis Donaldo Colosio aparece en casi todas las encuestas como favorito de la oposición, a la par de los candidatos oficialistas que llevan meses recorriendo el país, en cuya promoción han tirado carretadas de dinero público.

Deberíamos hacer un ejercicio de investigación para definir exactamente cuánto cuesta -está costando- al país cada punto que Claudia Sheinbaum y Adán Augusto consiguen avanzar.

Son decenas de millones por cada puntito.

Hay otros candidatos, desde luego, que llegarían a la contienda en condiciones competitivas, pero Colosio es el único que galvanizaría sin esfuerzo el descontento social contra el populismo autoritario, en torno a quien los partidos políticos adosarían sus siglas en acuerdos políticos fáciles de lograr; subiría los votos de candidatos a gobernadores, senadores y diputados.

El edil regio no es de Movimiento Ciudadano, lo postuló éste partido de la misma forma que otras figuras  de arrastre social, para ganar candidaturas regionales e incrementar sus votos.

Un lagartón como Dante intentaría capitalizar para su interés personalísimo una eventual candidatura de Colosio, pero si la historia del joven trasciende a López Obrador, con mayor razón a un político de escasa credibilidad social como Dante.

Colosio ha dicho que definirá su participación a finales del presente año.

Está bien asesorado, no necesita exhibirse junto a los otros aspirantes ni someterse prematuramente al golpeteo del régimen, pues ahora lo ignoran pero si decide participar soltarán una feroz persecución contra él. Hasta en eso tiene fuerte blindaje que le permitiría resistir los embates del oficialismo.

 ¿Cómo podrían atacarlo sin hacer referencia al martirio de su padre y al sentimentalismo, muy propio del mexicano, de un huérfano que supo sobreponerse a las adversidades que le trajo la vida y triunfó en el intento?

 No tienen de dónde agarrarlo, más que la campaña sucia que eventualmente terminaría revirtiéndose contra sus promotores.

En el más absoluto pragmatismo electoral, Luis Donaldo Colosio Riojas es la mejor opción para detener el impulso autoritario que socava las libertades del mexicano.

Pueden existir y de hecho existen, mil políticos con mayores calificaciones para gobernar al país, algunos de los cuales están apuntados entre los enlistados de la burla mañanera, pero la mayoría está asunte de carisma, no registra electoralmente, menciono sólo a Gurría y a Creel. No dan en las urnas.

El de Colosio sería un sexenio de transición sin otro fin que frenar al autócrata y reconciliar a la sociedad, otros seis años de confrontación y caprichos serían fatales para el país.

Una vez conjurado el peligro, que las fuerzas históricamente enfrentadas en las urnas vuelvan a sus posiciones, jamás México será de una persona, ni siquiera de un mismo pensamiento ideológico.

¿Los políticos profesionales estarían dispuestos a dar el paso de postular al joven?

 Tengo dudas, si por ellos fuese diría que no, pero en esta elección está muy enganchada la sociedad, plazas y calles de todo el país han sido testigos de su determinación. A los mexicanos libres apuesto.

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