La Columna De El Diario
….Le brotaron a Javier Corral Jurado ampollas en pies, manos y lengua de tanto promoverse como secretario de la Función Pública en el gabinete de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo.
Corrió inclusive a donde no lo invitaban, aplaudió y hasta dogmatizó sobre el tema de la anticorrupción con el evidente interés de ser llevado como titular de la Función Pública.
Hemos dicho que por muchas razones no debe ser sujeto el exgobernador chihuahuense de confianzas para semejantes cargos públicos nacionales, en particular el de la Función Pública o los relacionados con la procuración de justicia. Ya demostró que no da el ancho ni como teórico y menos como práctico.
A todos los antecedentes conocidos sobre la imposibilidad para que Corral haya sido nombrado en esa área sustancial del Poder Ejecutivo federal, tenemos otros datos que, nos aseguran, fueron valorados por Sheinbaum.
Uno de ellos es que solo posee una licenciatura patito en derecho y su “largo historial” de vida se reduce a la burocracia cómoda en asientos como diputado, senador y los cincos años en la gubernatura.
En este sentido quedó a años luz frente el cárdex que posee Raquel Buenrostro Sánchez, nombrada ayer justo secretaria de la Función Pública, con una licenciatura en matemáticas, una maestría en economía, con medallas por excelencia académica, muchos cargos en áreas sensibles del Gobierno federal, SAT, Pemex, hasta llegar a su actual cargo como titular de la Secretaría de Economía con AMLO. La verdad nada tenía que hacer frente a ella el de la licenciatura patito.
El otro dato es también fundamental. Se hubiera prestado hasta a chocarrería la figura de un secretario de la Función Pública que no pudo ser embajador de México en el extranjero porque nació en el extranjero, en los Estados Unidos.
Es un aspecto mayúsculo. El presidente AMLO confesó que lo invitó a ser embajador tras concluir la gubernatura en Chihuahua, pero no pudo cuajar la designación porque legalmente está imposibilitado para el cargo.
Estamos seguros que ni AMLO sabía con claridad que Corral anduvo jugándole al vivo durante décadas con la doble nacionalidad Estados Unidos-México.
Con mentiras e ilegalidades en el manejo del acta de nacimiento obtuvo gran cantidad de cargos de elección popular hasta que se topó con la pared de los sabuesos de la Secretaría de Relaciones Exteriores que si de algo saben es precisamente de eso.
Veremos ahora por dónde se dirige ese costal de mañas que es Corral Jurado. La semana pasada aplaudió a rabiar la presentación de la primera tanda de miembros del gabinete. “Gran equipazo!!”, le llamó en sus redes. Hoy calló como momia.
Ya verá la 4T que luego vendrán los berrinches y más adelante las traiciones.
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