El interior del Partido Acción Nacional (PAN) por lo menos su dirigente estatal, Gabriel Díaz Negrete, quiso ponerle doble freno a Jesús Valenciano por su ruidosa salida hacia al ruedo del 2027…

La Columna De El Diario….
El interior del Partido Acción Nacional (PAN) por lo menos su dirigente estatal, Gabriel Díaz Negrete, quiso ponerle doble freno a Jesús Valenciano por su ruidosa salida hacia al ruedo del 2027.
Pretendió “El Gabo” regañar, pero terminó bien amonestado nada menos que por su jefa política, la gobernadora Maru Campos Galván.
La regañada fue presencial, el miércoles. Maru decidió tomar el toro por los cuernos al observar que Cruz Pérez Cuéllar, Andrea Chávez y Juan Carlos Loera, andas solitos recorriendo la pradera electoral estatal chihuahuense sin más objetivo que la gubernatura en tres años.
Andan los morenistas imparables aprovechando todo el combustible sobrante del dos de junio. Andrea se siguió de frente por los 67 municipios como si la campaña no hubiera terminado. Se le pegó Loera como pulguita.
Pérez Cuéllar hizo lo propio en su equipo, sí en agradecimientos a los electores juarenses que le obsequiaron más de 350 mil votos, pero de forma paralela ha mantenido reuniones de análisis, planeación y ejecución con sus operadores campañeros de Chihuahua capital, Delicias, Parral, Cuauhtémoc, etc.
Maru no hizo oídos sordos ni se tapó los ojos; al contrario, los estuvo midiendo, concluyó que no le bajarían al gas y que, por el contrario, seguirán a paso redoblado sonando sus tambores hacia la siguiente guerra.
Decidió poner manos a la obra. Para su equipo, para ella, para la institución, para los chihuahuenses, es muchísimo lo que viene el 2027. Nada más y nada menos que el ejercicio gubernamental estatal por seis años con un manejo presupuestal de alrededor de 100 mil millones de pesos por año.
La reunión del miércoles, en algún lugar de la ciudad de Chihuahua, tuvo el objetivo específico de liberar cualquier atadura a quienes buscan en Acción Nacional la gubernatura. Deben emparejar la carrera que traen los morenos.
Fue presidida por Maru y participaron el genio de la tenebra, César Gustavo Jáuregui, Fiscal General; Santiago de la Peña; Secretario General de Gobierno, un priista que le ha dado buenos resultados a la gobernadora; Mariana la Chica, representante del PAN en los órganos electorales; el coordinador parlamentario blanquiazul en el Congreso del Estado, Alfredo Chávez; y el presidente panista, Díaz.
El dirigente del blanquiazul en el estado tiene su corazoncito al interior del partido. Pretendió que la gobernadora amonestara a Valenciano porque su candidato a la gubernatura es el alcalde de Chihuahua, Marco Antonio Bonilla.
Le ganó el espíritu de facción, la realidad es que el edil de la capital del estado no requiere de tales empujones o de bules para nadar como suele decirse.
Obtuvo su reelección con una gran facilidad no porque haya recibido un gran apoyo ni siquiera del PAN estatal sino porque ha logrado armar una estructura propia muy efectiva que lo tiene bien posicionado mediáticamente y bajo control casi total del territorio electoral. Nomás.
Hace unos días muchos coordinadores de campaña, candidatos y líderes partidistas municipales enrojecieron de coraje porque enfrentaron dificultades hasta para las cocas y los lonches pero su presidente dejó guardados en cajones de sus escritorios dos milloncitos de efectivo.
Conoció el caso la luz pública debido a que las instalaciones del PAN estatal, allá en la calle Zarco de la ciudad de Chihuahua, fueron supuestamente “saqueadas” por un velador que, en realidad, fue extorsionado telefónicamente por delincuentes de Veracruz que lo hicieron romper ventanas y puertas para sacar billetes de donde fuera y trasladarlo a cuentas ubicadas en aquella entidad.
Fue una operación de las clásicas que han afectado a gran cantidad de empresas.
Eso descubrió que “El Gabo” no le metió toda la galleta que debió ser a las campañas; de hecho fueron malos resultados para él. El equipo político de Maru junto con su ahijado el alcalde Bonilla lograron retener la mayoría en el Congreso del Estado y ganar algún municipio importante que no tenían, como Parral, pero de ahí en fuera el partido quedó a deber.
Tras la encerrona del miércoles dependerá mucho de la capacidad de los aspirantes panistas y priistas lograr posicionarse ante los chihuahuenses. Ya tienen no únicamente el visto bueno de Campos Galván sino el empujón necesario para que compitan frente a los opositores guindas.
Al menos a nivel estatal sigue el acuerdo azul con el PRI, habrá PRIan chihuahuense al menos hasta la campaña del 2027. No hay movimiento en ese objetivo en el tricolor salvo que Tony Meléndez, el famoso jefe del Conjunto Primavera, decidiera incluirse o aceptara ser incluido en la lista de suspirantes.
Con esa excepción pendiente por el Revolucionario Institucional, en el interior panista Valenciano ya arrancó y también Marco Bonilla. Los dos son confesos contendientes por la gubernatura. Pudiera mantenerse en esa tentación el senador electo como primera minoría, Mario Vázquez, pero no hay por dónde pueda remontar la imagen de la derrota.
También anduvo gastándose algunas horas, días y meses de pláticas y análisis sobre su eventual incursión en la refriega por el 2027, el Fiscal General, César Jáuregui, pero la última semana de plano aventó la toalla antes de subir al ring.
Prácticamente dejó el paso libre a los alcaldes de Delicias y Chihuahua aunque sí sueña, y lo confiesa despierto, no irá por la gubernatura pero participará en la pelea por la candidatura de la capital del estado al parecer ya en acuerdos iniciales con el alcalde reelecto y con parte de su equipo que se metió a Juárez para intentar debilitar al morenista Pérez Cuéllar.
Al final del día están quedando solo Bonilla y Valenciano hacia el 2027. Su jefa les ha liberado el camino para que trabajen hacia aquel objetivo. Ahora dependerá de su fuerza y de su mejor juicio conseguir la voluntad ciudadana; afianzar apoyo de sus municipios y posicionarse en los restantes 65.
Aunque ambos tienen características como fajadores, enfrentan un desafío monumental al menos por dos razones que son fundamentales. Ahí requerirán la unidad completa de su partido y/o del PRIan y de todas sus alianzas en la sociedad civil.
Una razón es que ambos son alcaldes, Valenciano en posición de mayor desventaja porque su municipio es considerablemente menor a Chihuahua o Juárez, por ejemplo. Esta calidad les impedirá manejarse como Juan por su casa en el resto del estado sin quitar atención a sus localidades y sin recibir golpes de sus opositores por el activismo. Tendrán que solucionarlo.
La otra razón es que sus contrincantes, en especial Andrea y Loera, no únicamente serán senadores y podrán seguir en campaña permanente por todo el estado sin más conflicto que supervisar su trabajo en el Senado de la República, sino que tendrán el apoyo si no de toda la Presidencia de la República, al menos sí de sus aliados en la misma.
Es cuesta arriba para los panistas, evidentemente. Maru y su equipo lo vieron bien y decidieron soltar las riendas aunque están obligados a mantener el control de las pistas por las que corren, y sobre todo, seguir ofreciendo su respaldo fundamental.
Diario de Chihuahua.
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