En la recta final, campañas apagadas….

Tres semanas, un debate y miles de ataques en redes sociales es lo que falta para la elección que definirá el rumbo del país, entre dos mujeres que representan dos maneras distintas de gobernar y la intención del actual presidente por seguir manejando las riendas del país.

Quien diga que ya está todo dicho no cabe duda que lo que le interesa es desanimar a la gente a que salga a votar, a ejercer su derecho a decidir el modelo de país que seguirá para los siguientes seis años, junto a las amenazas crecientes del crimen organizado por desalentar la participación ciudadana, con 30 aspirantes asesinados, 77 amenazados y 11 secuestros… la elección más violenta de todos los tiempos.

A nivel local, han desaprovechado las candidatas y candidatos el tiempo por generar un mejor ambiente electoral, con votantes más informados que puedan diferenciar la importancia de este momento histórico, no sólo por ser la elección más concurrida y que por primera vez seremos gobernados por una mujer, sino también porque puede representar la consolidación de un gobierno autoritario.

Pero vale la pena hacer un pequeño análisis de lo que sucede a nivel nacional, estatal y municipal en el actual proceso electoral.

La elección entre Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez sin lugar a dudas se ha cerrado a pesar de los intentos oficiales por tratar de desanimar a la población con encuestas de dudosa credibilidad que no reflejan lo que está pasando en las calles.

De acuerdo a varios analistas políticos, Xóchitl Gálvez ha optado por mostrarse más auténtica, confiada en el gran desempeño del segundo debate, y en redes sociales se observó una candidata más animada que bailó, degustó y repartió chiles frente a la cámara, y fiel a su estilo, se rió de sí misma en la gira por el norte del país.

Mientras la candidata oficial, Claudia Sheinbaum, no ha cambiado la estrategia, seguir los pasos del presidente y hasta presentar las mismas promesas incumplidas de Andrés Manuel López Obrador, obvio intensificar la critica a sus detractores y defender las políticas de la Cuarta Transformación.

Sin duda que uno de los grandes errores de Morena es defender a ultranza a sus correligionarios, aun cuando sean indefendibles, tal es el caso de Rocío Nahle, la candidata de Morena a la gubernatura de Veracruz y que la candidata presidencial, Claudia Sheinbaum la defiende en redes sociales, a pesar de las múltiples acusaciones de corrupción y enriquecimiento ilícito.

La candidata oficial ha intensificado su campaña en tratar de conseguir la mayoría en el Congreso y el Senado y, desde luego, en la recta final buscará empujar a candidatos en los estados que más estén peleados.

A nivel estatal, las duplas Mario Vázquez-Daniela Álvarez y Andrea Chávez-Juan Carlos Loera se concentran en los lugares que se sienten más cómodos, de ahí el gran error por no buscar arrancar los bastiones contrarios.

Por la coalición “Fuerza y Corazón por México”, la candidata Daniela Álvarez sin duda es la más activa tanto en la calle como en redes sociales, pero no logra entrar plenamente en el municipio de Juárez que se supone es su fuerte, mas no el de su partido, es claro que en los municipios azules o tricolores sus eventos lucen, pero donde gobierna Morena ha sido muy complicado desplegar la campaña.

Contrario a ello, Andrea Chávez ha preferido desplegar su campaña en el municipio de Ciudad Juárez, una localidad dominada por Morena y donde se mueve como pez en el agua, y aunque se ha tratado de colocar barreras en los municipios del centro y sur del estado, ha hecho campaña con más éxito que muchos candidatos morenistas.

La competencia por la Senaduría en Chihuahua se ha cerrado sin duda a las dos candidatas, Andrea y Daniela y se encuentran muy reducidos, por no decir desaparecidos, Mario Vázquez y Juan Carlos Loera quienes al parecer se han conformado con la campaña de sus compañeras de fórmula.

Al igual que a nivel nacional, aquí en Chihuahua se encuentra latente el grave problema de la inseguridad frente al proceso electoral. Todo mundo lo sabe, que en gran parte de los municipios de la entidad el crimen organizado presiona y limita el desarrollo del proceso electoral. Afortunadamente, no ha sucedido ningún hecho de sangre que manche la elección, y esperemos que así siga.

A nivel municipal, tanto Juárez como Chihuahua pareciera que todo está dicho, que lo único que falta es contabilizar los votos para ver cuánto crecieron o decrecieron con el ejercicio del poder.

Pero para Marco Bonilla y Cruz Pérez Cuéllar no sólo es ganar de nuevo las elecciones, es reafirmar que tienen el manejo político de sus demarcaciones y que su administración es avalada por la ciudadanía, porque a partir del 3 de junio empieza la otra campaña.

Por último las diputaciones, tanto locales como federales, que sólo se mueven con el vaivén de las campañas presidenciales, y donde las candidatas y candidatos al parecer han preferido que sea la ola guinda o rosa la que los lleve, porque simplemente no han hecho campaña.

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