Por Manuel Narváez N.
…..Un resultado “inesperado” o forzado que deje a Xóchitl Gálvez sin la candidatura ciudadana del Frente Amplio por México (FAM), le regala a Morena otros seis años en el poder. Así de simple.
Los resultados obtenidos en la primera etapa por los finalistas Gálvez, Paredes, Creel y De la Madrid, en ese orden, arrojó datos fríos; es decir, las estructuras partidistas rellenaron de registros a Beatriz, Santiago y Miguel. Solo Xóchitl arrasó entre la ciudadanía sin partido.
Rumbo a la recta final, los foros regionales programados para escuchar planteamientos de los tres que quedan, honestamente no atraen la atención.
Salvo organizadores, equipos de precampaña y prensa que soportan los bostezos, casi todo México está ocupado con el regreso a clases y a la expectativa de lo que pasará con los libros de texto.
Ciertamente la población está muy preocupada por adquirir los útiles escolares, y libros en el caso de Chihuahua, pero no pocos tienen un ojo en el garabato de las corcholatas morenas y del FAM.
Debo decirlo, sobre la votación del 3/sept se asoma un espeso vaho con tufo a podrido que, con toda seguridad, terminaría con la esperanza de derrotar a Morena.
El padrón de registrados para participar en la interna del FAM rondará los 2.5 millones de electores, de los cuales 1.9 millones serán movilizados por las estructuras partidistas del PAN, PRI y PRD.
Ojo, hay que tomar con seriedad la advertencia de Alejandro Moreno, dirigente del PRI de cargar a favor de la senadora Paredes, y si Santiago Creel recibe la ayuda del CEN del PAN y las dirigencias estatales; Xóchitl Gálvez puede quedar tendida en el terreno de juego.
Paradójicamente la senadora hidalguense que pertenece al GPPAN, pero no es militante albiazul, encabeza TODOS LOS SONDEOS para ser la abanderada de la oposición. Amén de entusiasmar a más de medio millón de ciudadanos para promoverla.
Conozco la trayectoria de Beatriz Paredes. Coincidimos en la Legislatura Federal LVIII. Sin lugar a dudas es una mujer con amplia trayectoria en el PRI, que ha sido gobernadora de su natal Tlaxcala, senadora dos veces, diputada federal varias veces, embajadora y dirigente de su partido.
Sin embargo, los silencios de Beatriz son los que asustan, pues representa la transición del PRI dinosáurico, donde decir lo políticamente correcto y callar el pasado, es un pacto de impunidad que socava cualquier confianza.
Recuerdo que Paredes Rangel presumía del viejo truco priísta de apantallar hablando y leyendo en público documentos al mismo tiempo. Fidel Herrera exgober de Veracruz, y hasta ridículamente Margarita Zavala, lo han utilizado.
Ella nunca habla de su soltería ni de su orientación sexual, y sí, es una amante de la música y poesía mexicana.
Santiago Creel, al que conocí personalmente cuando fue secretario de Gobernación con Fox, jamás me convenció como agente de cambio.
En la elección interna contra Felipe Calderón, para sacar al candidato del PAN a la presidencial del 2006, fue barrido en las tres etapas por el michoacano, pese al desgaste que eso significó.
A Creel Sisniega nunca se le dio eso de generosidad panista, lo que sí, es que le ha sacado mucho provecho al pedigree para sostenerse desde hace 30 años en las cúpulas del poder, y partidista, sin olvidar su éxito como casanova.
Él puede convertirse, de mantener su necedad para ser candidato presidencial, aun y cuando los fríos números lo ubican como poco o nulo competitivo; en el INFIEL DE LA DEMOCRACIA que le regale al PRI una candidatura que, en los acuerdos previos, le corresponde al PAN.
Si a los puritanos les asusta que Xóchit sea OPEN MIND, deberían saber que en el PAN siempre ha habido dirigentes, legisladores, funcionarios y gobernantes que, si bien no hicieron pública su salida del clóset y no pertenecen a la comunidad LGTB…, nada les impidió militar en Acción Nacional. Igual en el PRI, Morena, PRD y demás apéndices, nadie se escama por eso.
Son tiempos de definiciones, y que conste que te lo digo Alito para que lo entiendas Marquito, si truenan a Xóchitl pese a los momios, la elección del 2024 está perdida.
Es cuánto.
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