
La actualización del examen de ciudadanía en el que trabaja la agencia de Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) ha puesto nerviosos a los inmigrantes legales en este país que aspiran a dar el último paso para naturalizarse y olvidarse de una posible deportación en el futuro.
Ahora las autoridades pretenden que el nuevo examen cuente con una sección oral para evaluar las habilidades al hablar y escuchar en inglés de los solicitantes mostrándoles fotografías de situaciones comunes para que las describan verbalmente.
“Sí me preocupa que venga más difícil el examen, porque si así lo he pensado muchos años para tomar la decisión, ahora con esto pues ya entré en pánico para convertirme en ciudadana de este país”, dijo la señora Rebeca, quien tiene más de 12 años con su tarjeta verde.
Ella, al igual que muchas personas, dijo que uno de los temores más grandes y por lo que muchos residentes no se hacen ciudadanos es porque no hablan inglés. “Con estos cambios tendríamos que esperar”.
Sin embargo la abogada en asuntos de inmigración Iliana Holguín, apuntó que la ley sobre ciudadanía no ha sufrido cambios en los últimos años ni se prevén en el corto plazo por lo que la gente no debe estar nerviosa. El procedimiento y los requisitos no se han tocado.
No obstante manifestó que las autoridades de inmigración tienen el poder de decidir cómo se va a administrar el examen. “La ley dice que uno tiene que demostrar que lee, habla y escribe en inglés y eso es todo lo que dice la ley”.
Explicó que a ellos les toca implementar y decidir cómo se debe presentar el examen y cuáles preguntas deben hacerse, pero los requisitos no cambian, esos están plasmados en la ley.
“Si USCIS decide implementar esa provisión de la ley ellos pueden decidir que quieren que lleve el examen para cerciorarse que los aplicantes puedan demostrar que entienden las preguntas que se les formulan en lugar de simplemente memorizar las respuestas”, indicó la especialista.
Detalló que esta práctica se ha mantenido por años por lo que ahora la intención es que las personas no sólo memoricen las preguntas y respuestas sino que más bien demuestren entendimiento de los temas… de qué se tratan las preguntas.
Indicó que en cada entrevista los oficiales de inmigración interpretan esa provisión de la ley con el fin de que los aplicantes demuestren que tienen dominio mínimo del idioma por lo que todas las preguntas que hagan serán en inglés.
A menos que el solicitante cumpla con una de las exenciones de inglés por edad y tiempo como residente o califique para una exención médica podrá naturalizarse sin ese requisito.
“A veces eso pasa y el aplicante no entiende lo que le dice el oficial, y cuando eso sucede se lo explica de otra manera, pero si al final no entiende, el oficial se detiene y certifica que no está preparado”, dijo Holguín al enfatizar que esta práctica se hace con todos los extranjeros que tienen problemas de comunicación con el idioma. No hay discriminación.
Y es que muchos residentes todavía están conmocionados después de que el gobierno del entonces presidente republicano Donald Trump cambió la prueba en 2020, al hacerla más larga y difícil de aprobar.
Empero, para beneplácito de los aspirantes, el presidente demócrata Joe Biden firmó una orden ejecutiva destinada a eliminar las barreras para la ciudadanía, regresando a su versión anterior, actualizada por última vez en 2008.
De acuerdo a las autoridades, en los últimos años se ha hecho un esfuerzo a nivel nacional, en el que se han involucrado muchas organizaciones, para incrementar el número de inmigrantes naturalizados.
“Por muchas razones, hay muchos beneficios que vienen después de hacerse ciudadano, unas quieren que la gente acuda a votar y participe en el proceso democrático en el país y otras para protegerlos de una eventual deportación porque saben que sólo así tienen una protección completa en este país”.
Resaltó que desafortunadamente el Gobierno puede deportar a un residente legal “aunque haya estado aquí la mayoría de su vida, pero que con un solo error puede terminar en la deportación”.
Hay muchas organizaciones que por esta razón tratan de ayudar a la gente para que nunca tengan que sufrir por una posible deportación, añadió.
En ese sentido coincide Rebeca al afirmar que si bien su objetivo es tomar el examen de naturalización, lo que le toca es esperar rebasar los 55 años de edad y cumplir los 15 años de residencia legal en el país. “Yo quiero hacerlo, pero en español”.
Los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos anunciaron en diciembre pasado que la prueba debía actualizarse después de 15 años. Se espera que la nueva versión se publique para finales del 2024.
Jaime Torres/ El Diario de El Paso
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