$4,800 cuesta el futuro de México

Por Manuel Narváez N.

…..Como las pensiones a los adultos mayores pueden marcar la diferencia en el futuro mediato del país. La política social del gobierno de México ha sido un parteaguas entre los gobiernos del PRI y del PAN, con respecto a Morena. De eso no hay duda.

Los apoyos sociales destinados a los adultos mayores no surgen con la 4T, pues existen desde varios sexenios atrás, pero hay que decirlo, es con López Obrador cuando se materializa la entrega en efectivo y aumenta hasta el equivalente a un 80% del salario mínimo mensual. 

Once millones de mexicanos reciben la pensión Bienestar por derecho constitucional, aunque dicho sea de paso la legislación reconoce que sé es Adulto Mayor a partir de los 60 años de edad, es decir, poco más de 18 millones de mexicanos cumplen el requisito, pero por razones de presupuesto siete millones se quedan fuera.

También se estima que un 30% de los que sí reciben el beneficio gubernamental, tienen ingresos suficientes y no deberían cobrarlo. Esto significa que unos 100 mil millones de pesos, de los 340 mmdp de presupuesto 2023 para este rubro, podrían rencauzarse a seguridad, salud e infraestructura carretera.

Morena presume que la pensión le hace justicia a los más pobres, porque es un recurso que antes se gastaba en otra o desaparecía entre los voluptuosos salarios de la clase gobernante y política.

En el mismo tenor, es sabido que la entrega de ese dinero lleva la intención de crear un vínculo político entre el beneficiario y el partido en el poder.

A nadie extraña que la estructura de la Secretaría del Bienestar asusta a los beneficiarios con el petate del muerto de que la pensión la van a perder si otro partido gana las elecciones. 

La perversa campaña ha pegado; además, sin embargo, es el único argumento sólido que tienen los más recalcitrantes defensores del régimen actual.

Los pocos que han entrado en razón entienden que la pensión al Adulto Mayor es un arma de doble filo, no solo por el sesgo partidista con el que se le imprime, sino porque lo usan para tapar otro hoyo.

Recién anduve por el Puerto de Veracruz, y durante un traslado en camión por la Av. Díaz Mirón, una señora a la que le ofrecí mi asiento, el cual rechazó porque “iba cercas”, de mutuo propio dijo que se dirigía a una farmacia por un medicamento para el cáncer de mama que padece.

La señora recibe la pensión del bienestar, y dijo sentirse agradecida, pero también lamentó que el IMSS le surte ocasionalmente el medicamento que necesita, por lo que su pensión la usa para comprarlo en alguna farmacia de descuento.

En Chihuahua sucede lo mismo. Muchos pensionados utilizan el dinero para comprar el medicamento que el IMSS o el ISSSTE ya no les surte.

Lo bueno es que la pensión aumentó en este sexenio y se entrega directamente, aunque tengan que pasar horas bajo las temperaturas extremas para cobrarla.

Lo malo es que esa ayuda millones la usan para comprar los medicamentos que el gobierno de Andrés Manuel, por conducto del IMSS y el ISSSTE debería surtirles.

Lo peor para la 4T es que la pensión universal es el único argumento que tiene para presumir, a costa de la inseguridad, del desabasto de medicamentos, del servicio médico de calidad y del abandono de las carreteras. Y eso se nota.

Lo triste para la oposición es que no ha tenido la vergüenza para pedir perdón por su pasado, ni el talento para rebatir la carestía del caldo de albóndigas que representa Morena.

La diferencia en las urnas puede ser la pensión, aunque a la postre resulte ser la más costosa.

Es cuanto

P.D. Ese cliché  de que “quieren regresar para robar más”, además de ridículo porque no tiene asidero en sanciones para los presuntos rateros; es escupir para arriba porque desde López Portillo no teníamos una familia presidencial tan descarada y deshonesta.

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