Ayuda musicoterapia a lucha contra el cáncer

El tratamiento de musicoterapia se individualiza según las preferencias, elecciones y objetivos musicales del paciente


CDMX.- La musicoterapia es una terapia complementaria que ha tenido efectos positivos en personas con cáncer.

«Hay muchas poblaciones que pueden beneficiarse de la musicoterapia. No es necesariamente curativa, pero ayuda en aspectos importantes de la persona, ya sean físicos, cognitivos, psicológicos y sociales. Estos objetivos siempre están centrados en el paciente», explica Clarissa Grayson, musicoterapeuta certificada con enfoque clínico en el Hospital Houston Methodist.

La ventaja de la musicoterapia es que puede ser adecuada para todos, independientemente de sus conocimientos musicales. El tratamiento de musicoterapia se individualiza según las preferencias, elecciones y objetivos musicales del paciente, a través de la relación terapéutica.

Al respecto, Clarissa Grayson explicó que «según su experiencia en pacientes con cáncer, la música ayuda a reducir la ansiedad, la percepción del dolor, elevar el estado de ánimo y aumentar la expresión creativa y emocional, brindándoles oportunidades de elección y autonomía».

Existen dos tipos de intervenciones en musicoterapia: la activa, donde el paciente tiene un papel más importante con la intervención de música en vivo, incluso puede participar en la composición de canciones.

Este tipo de terapia activa también incluye la creación de listas de reproducción, y eso es importante por la relación emocional que existe con determinadas canciones. A veces, la letra puede coincidir con lo que los pacientes sienten y experimentan, de modo que puedan validar sus emociones.

«Además, podemos crear listas de reproducción para incidir en un cambio gradual, y muchas veces vemos, como un paciente utiliza su espectro de listas de reproducción desde el estrés hasta la calma, siendo ese uno de los principales objetivos: conseguir que el paciente escuche canciones que coincidan esos sentimientos y que pueden ser una herramienta realmente poderosa para ellos, incluso fuera de las sesiones de musicoterapia», explicó la especialista.

También existe la musicoterapia pasiva, que es útil cuando el paciente está ansioso y cuando necesita apoyo con su tratamiento contra el cáncer.

«Digamos que el paciente tiene miedo a las agujas, pero hay que ponerle una para recibir hierro o quimioterapia. Así, utilizamos técnicas de relajación, guiones improvisados o basados en estructuras de acordes de las canciones favoritas del paciente. Durante la musicoterapia contamos con música de fondo. También podemos utilizar la intervención de música en vivo que prefiera el paciente».

«En este caso, tocaremos más suave y un poco más lento, y usaremos el principio ISO, según el cual la música disminuye gradualmente la velocidad, con el corazón y la frecuencia respiratoria entrenando, haciéndolos también disminuir e inducir la relajación durante la musicoterapia».

Con la musicoterapia pasiva, el musicoterapeuta dirige la sesión bajo el permiso del paciente, su preferencia musical y los objetivos individualizados, pero siempre respondiendo a lo que se observa en el paciente: incluso un pequeño levantamiento de cejas, una pequeña disminución de la tensión facial, una sonrisa, puede sugerir que se va en la dirección correcta.

Respecto a qué hacer si un paciente tiene resistencia a la musicoterapia, Clarissa Grayson comentó que «la musicoterapia siempre es elección del paciente. Si no quiere eso, también es genial. La musicoterapia siempre está abierta para ellos. Es importante siempre preservar la autonomía del paciente».

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