Por Hugo González
…..Ciudad de México.- Han pasado casi cinco años desde que el grupo político que tuvo la hegemonía del poder en el país los últimos 30 años, a través de sus sucursales en el PRI y el PAN, se convirtieron en la oposición, desde el 1 de diciembre del 2018 que el Pueblo los echó de Palacio Nacional y de las mayorías en las cámaras de diputados y senadores, este grupo de poder junto con sus bastiones aún bajo control, los entes empresariales, los órganos descentralizados y supuestamente “autónomos”, así como grupúsculos religiosos, exhibieron su verdadero rostro ante los mexicanos.
Y podríamos imaginar que la postura de esta oposición iba a tener un perfil de crítica dura en contra de las políticas del presidente Andrés Manuel López Obrador, que veríamos contrapropuestas que hicieran tambalear el proyecto de la Cuarta Transformación, o incluso que sumara a lo nuevo que estaba por venir, imaginábamos intensos debates en el Poder Legislativo que ocasionarán una discusión pública de los temas más importantes, o hasta se llegó a pensar que con todos sus aliados, podrían detener el avance del proyecto de nación.
Sin embargo, y aunque creíamos que ya lo habíamos visto todo de parte de ellos en el poder, nos sorprendieron por su carencia de ideas y propuestas, los motivos para rechazar los programas sociales, la recuperación de la soberanía energética, los grandes proyectos turísticos, el fortalecimiento de la economía y lo más sorprendente, la transparencia y la lucha contra la corrupción, pues sus raquíticos argumentos se han basado en fobias sobre su persona, de politiquería y de odio irracional.
Ante el Pueblo, esta oposición no tienen ni siquiera la capacidad para presentar un perfil de candidatura, más o menos respetable, puras cartas viejas, cartuchos quemados, y en otros casos, personajes detestables, de burla y comedia voluntaria o involuntaria, sin frescura, sin discurso, sin nada que puedan ofrecer a los mexicanos, nada más que su odio a AMLO y la 4T.
En estas circunstancias surge la lamentable figura de una aspirante panista, la señora X, denominada así por la venia que dio el empresario Claudio X. González, y la coalición del PAN, PRI y PRD, y que para sorpresa de la misma oposición, fue destapada por el presidente López Obrador, en una supuesta filtración que tuvo, donde las elites la habrían destapado para ser la abanderada del PRIAN para las elecciones del 2024.
Desde este inicio, donde desde una mañanera AMLO la destapa, pareciera que la mayoría de la oposición se ha volcado en su apoyo, aunque semanas atrás las cómicas y vergonzantes acciones de la senadora fueran incluso rechazadas por ellos mismos, el desparpajo y la soez expresión de la señora que intenta vincular con “lo popular”, o el Pueblo, se convirtieron en el tema central de su respaldo desde el panismo rancio, los empresarios y los medios de comunicación.
Lo que no ha tenido el mismo impulso, aunque también lo dio a conocer el presidente, han sido los turbios negocios de la señora X, la corrupción y el influyentismo, muy al estilo del viejo PRIAN, sus contratos millonarios a sus empresas, mientras ella desde el Senado puede ser parte de una red de corrupción y vínculos, situación que la señora no ha transparentado, y que los medios de comunicación hacen como que la virgen les habla.
La oposición y los medios parecen haber olvidado que tan sólo hace unos meses se inmolaban en la bandera de la transparencia, cuando decían defender el INAI, donde también la señora tiene contratos, y cómo olvidar que la misma señora X viajó a Texas para según ella, exhibir la “casa gris” de un hijo de AMLO, cuando el susodicho ni siquiera es funcionario, pero ella sí, al momento que se firmaron los contratos.
En su breve estancia por Chihuahua, la señora se campeó en una descarada precampaña, y que a diferencia de los aspirantes de Morena, la señora no ha solicitado licencia en el Senado, o sea que sigue cobrando mientras se pasea con su huipil, pasea en bicicleta y dice ser indígena, un discurso barato, mediocre y falso, que sólo convence a los ya convencidos de rechazar la Cuarta Transformación, porque el Pueblo de esas manipulaciones ya ha tenido suficiente, sin embargo, para Morena, es la mejor contrincante, no por nada ha sido AMLO quien la ha inflado…
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