¡Xóchitl Gálvez sí puede!….

Rafael Álvarez Cordero….


Viejo, mi querido viejo…..
Para don Sergio García Ramírez, hombre íntegro,
maestro ejemplar, amigo fraterno, defensor de la libertad,
su memoria estará siempre con nosotros.

…..Estimado lector: estamos en el inicio de un año que puede ser decisivo para México, y lo que llama la atención, de acuerdo con los análisis de expertos en política, son las profundas diferencias que hay entre diversos grupos de población. Cinco años de gobierno han desengañado a muchos seguidores fervientes de la llamada Cuarta Transformación y ya no votarán por él, pero un número importante siguen creyendo que ése es el futuro que merece el país; por otra parte, los millones de personas que han sufrido en carne propia, miles que perdieron sus empleos, sus negocios, son extorsionados diariamente o lloran a sus familiares muertos o desaparecidos, saben que hay que votar por una opción diferente en el próximo sexenio. Y por supuesto, hay quienes no se interesan en lo absoluto en las elecciones.

Los partidos políticos no evolucionaron, sus dirigentes tienen objetivos muy variados, pero no el bienestar de la nación; los ejemplos a nivel general y local dan cuenta de sus oscuros intereses que impiden que se planteen soluciones viables para los graves problemas del país, y las envidias partidarias son evidentes, por lo que cuesta mucho trabajo que se integre y funcione adecuadamente un Frente amplio por México, a pesar de que ya está registrado y funcionando.

El panorama del país, que aquí he descrito una y otra vez, es cada vez más negro, porque hoy como nunca desde la Presidencia se está maquinando la destrucción total de la democracia como forma de vida, y la instauración de una dictadura con desprecio a todas las leyes; el discurso de la candidata de Morena habla de eso como una decisión tomada, por lo que no hay duda de que estamos en el umbral de una dictadura como las de Cuba, Venezuela o Nicaragua.

Los hechos son incontrovertibles: ruina en la economía, la energía, la construcción de obras faraónicas, la miseria en salud, la educación, el medio ambiente y, sobre todo, una inseguridad como nunca debido a las políticas erróneas del señor Presidente, nuestras vidas están en peligro todos los días. A pesar del discurso triunfalista, todo el mundo conoce el profundo pozo de inseguridad y miseria moral en que está sumida esta administración.

Por eso, en contraste de la indefinición de los partidos políticos, apareció súbitamente una persona que representa el ideal de un dirigente: estudiante, trabajadora, empresaria, comerciante, política activa y llena de luz. Los millones de personas, hombres y mujeres, que la han coreado en todas las ciudades dan testimonio de su personalidad, y sus conocimientos de leyes y sus actividades en el Senado lo confirman.

Los partidos políticos que se habían unido para formar una coalición, se sorprendieron, no sabían qué hacer, pero su fuerza y popularidad hizo que la reconocieran como su candidata a la Presidencia. El problema no está resuelto, porque, como siempre, algunos políticos quieren seguir con sus viejas prácticas, pero no se dan cuenta que el mundo es otro y que sólo realmente unidos podrán ganar.

El proyecto que tiene Xóchitl Gálvez está ahí: lograr una vez más –como ya ocurrió tres veces gracias al INE– la alternancia en el gobierno, reconciliar a México, dejar de acusar al pasado y enfrentarse al presente, atacar la corrupción y la mentira en todos los frentes y reconstruir al país, lo que ella misma señala que tomará tiempo.

Si el Frente amplio por México une sus esfuerzos a Xóchitl y su ya poderoso equipo de trabajo, podemos esperar que en los meses siguientes más ciudadanos opten por el cambio; por eso insisto: el papel de cada ciudadano responsable es fundamental.

Xóchitl Gálvez sí puede, con nuestro voto todos tenemos que ayudarla.

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