El nuevo lacayo del peor populismo….

Columna: La visión de Luis Froylán


…. *SALIÓ DEL CLOSET POLÍTICO, CUÁNDO DEL OTRO?
…. *LAS FECHAS NAVIDADES TRASTORNAN A DUARTE
…. *DEBERÍA CAMBIAR DE ABOGADOS, LO ENGAÑAN


Siempre dije que Javier Corral es la viva personificación de cuatro traiciones. En su desempeño como gobernador traicionó a Chihuahua, traicionó al PAN, traicionó a sus amigos y se traicionó a sí mismo. Su presencia en Morena es la confirmación pública de las cuatro traiciones, quizás el único acto de congruencia política que haya tenido en su vida. También esa lealtad convenenciera tendrá vigencia corta, terminará traicionando a Morena y a Claudia Sheinbaum, en el improbable caso de que gane la presidencia.

De su trabajo en favor de Morena citaré dos ejemplos que conocí de primera mano. Personalmente animó a Marco Adán Quezada para que fuese candidato a presidente municipal, mostrándole encuestas donde sólo estaba tres puntos abajo de Bonilla y la promesa de que lo ayudaría. También personalmente intentó disuadir a Fernando Baeza de su apoyo a Maru Campos, con el cuento de que siendo alcaldesa trajo a Enrique Krauze para hablar del Verano Caliente del 86, la historia del fraude.

Hoy es lugar común, está muy demostrado, que pretendió entregar el estado a Morena, pero su desprestigio social y el empuje de la gente a favor de Maru trastornaron sus siniestros planes. Aun así, el muy cínico esperaba recibir una recompensa por el trabajo que no realizó, recuerde que buscó afanosamente el consulado de Barcelona. Como quedó mal con su empleador, por perezoso y desacreditado, salió con las manos vacías, a diferencia de otros gobernadores que sí entregaron sus estados a López Obrador.

Fatalmente terminaría de vulgar lacayo del populismo autoritario, es la consecuencia lógica en un engreido y mentecato narcisista incapaz de amar a nadie mas que a sus mascotas. Ahí cabe muy bien, es un ser despreciable de alma podrida que ha conseguido transitar por los estratos de la política engañando con su disfraz de compromiso con las causas sociales y la democracia, siendo que jamás ha demostrado más compromiso que con él mismo y con el cargo temporal que usufructa.

Si el proyecto de Juanita hubiese preguntado a cualquier chihuahuense de su partido sobre la imagen de Corral en la entidad, seguramente se habría abstenido de invitarlo a su campaña, acá no engaña a nadie. Sabría que llega a Morena con su costal de rencores largamente fermentados en su vileza, el desprestigio social por hacer de su gobierno una campaña personal de venganza y la necesidad patológica de regresar a las cámaras legislativas, donde se ufana de ser campeón y lo es, de la hipocresía y la impostación de voz.

Llega también cargando sobre su encorvada espalda la corrupción de un pésimo gobierno, conoció de primera mano las corrupciones de su jefe de prensa, hoy detenido, y sin embargo lo protegió durante meses manteniéndolo de aviador en el despacho del gobernador y quien fuese su secretario de Hacienda hoy es prófugo de la justicia ¿Cómo puede decir que su incorporación a la campaña de Morena es por un proyecto contra la corrupción? Pues sí puede, su cinismo se lo permite.

Pero no le pongamos mayor atención, no la merece, lo único nuevo es la confirmación pública de adosar su nombre al populismo que devasta las instituciones y pone en riesgo nuestro derecho a decidir, intentando secuestrar los organismos electorales. Lo único relevante es que por fin se animó a salir del clóset político, me pregunto si algún día saldrá del otro.

Rompeolas

La política pone a todos en su lugar, vea en lo que terminaron los últimos dos exgobernadores; Corral entregado a lo peor del populismo autoritario, Duarte haciendo rabietas en prisión. Muy desesperado está Duarte para insultar de la peor manera a sus juzgadores, desplantes inadmisibles durante cualquier audiencia judicial.

Luce ridículo con esos exabruptos, en vez de estar enojado con los jueces debería molestarse consigo mismo, pudo ser cabeza de un nuevo grupo político en Chihuahua y sin embargo prefirió la corrupción, tirando dinero a manos llenas con la fantasía de que “llegando al gabinete nadie me para” quería ser presidente. Hace un buen gobierno y Corral, la pesadilla de sus noches, nunca hubiese ganado la gubernatura.

¿Ya se olvidó de aquellos años de locuras y derroches a manos llenas? Por eso está en prisión, no por los jueces y ciertamente tampoco por Javier Corral. Ahora, que sea de los pocos gobernadores que pagan con cárcel sus delitos, también es su culpa, creyéndose un político muy avezado hizo los peores movimientos al final de su gobierno, con la creencia absurda de que “las elecciones se ganan antes de empezar las campañas”.

De nada le sirvió comprar a Cruz, a Beltrán del Río y otros. Dudo mucho que salga pronto, no al menos antes de las elecciones, así debería entenderlo, primero porque sus amigos se encargaron de divulgar la estupidez de que Maru lo sacaría pronto, como si tuviese alguna deuda con él.

Pues dejó en claro, no le debe nada. Ahora, si sus abogados prometieron llevarlo a casa antes de la Noche Buena, debería despedirlos, lo están engañando, pasará otra Navidad triste, el que disfrutó seis navidades en la embriaguez del poder.

www.lavisiondechihuahua.com

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