Por José Díaz López……
Al inicio de semana cambiaron radicalmente las circunstancias del marco político en nuestro estado y en el país. En la noche del lunes se suscitó el incendio con motivo de un motín de migrantes encerrados en el albergue provisional del INM de Juárez.
Antes de ese trágico suceso, los partidos políticos velaban armas, preparando y administrando la predisposición electoral rumbo al 24. Y aquellos que se sienten con el poder suficiente para buscar puestos de representación popular, se seguían moviendo en busca del apoyo de las siglas del partido que le quiera dar la oportunidad para tal finalidad. Pero el lunes por la noche, la política dio un giro muy importante.
Del incendio en la estancia provisional del Instituto Nacional de Migración de Ciudad Juárez, resultaron muertos 39 migrantes, más otros 30 heridos. Todos de diversas nacionalidades.
Toda la clase política local y nacional, todos los gobiernos, de todos los signos políticos estaban inmersos en el tema electoral y la administración pública dentro de la normalidad. Igualmente, a todos nos envolvió esa tragedia humana.
En cuanto se dio a conocer la información del incendio y la cantidad de muertos y heridos y las terribles e inaceptables circunstancias en que sucedieron, la “normalidad” de la actividad social y política, quedó temporalmente atrás. Y en consecuencia la politización ante esa difícil circunstancia, aumentó en el espacio digital y en todos los rincones de la vida pública.
Las estructuras de poder oficial de todos los niveles y de los partidos crujieron por el peso de la descomunal tragedia humana y exigieron encontrar a los responsables y castigarlos, sin dar lugar ¡ni un centímetro!, a ningún grado de impunidad.
Como siempre la naturaleza humana afloró en la política: los partidos conservadores, en su función de oposición desesperada por los resultados de las encuestas; y el partido gobernante a nivel nacional procedió a enfrentar la crisis y tratar de superarla para evitar el menor daño político posible. El conservadurismo en retroceso encontró una oportunidad para recuperar la contra ofensiva y el poder en el espacio público; y los progresistas se metieron con todas sus fuerzas a tratar de reparar los daños, lo más rápido y eficientemente posible.
Aquellos aprovecharon el momento para tratar de llevar votos a su molino; y estos a restañar lo más pronto el boquete de la herida. Solamente el tiempo nos dirá, cuan eficientemente lograron sus propósitos unos y otros.
Como expresión del sentir, del pulso social, las redes sociales explotaron como un volcán, cuando se empezó a conocer la evolución del incendio, la información de decenas de muertos por el fuego y el humo mortal que los envolvió en cuestión de instantes sin darles oportunidad ni siquiera de correr, pues los asfixió en cuestión de segundos, ver en un video cómo un migrante le prendió fuego a un colchón de espuma que generó el humo con cianuro e instantáneamente envolvió al lugar y paralizó los pulmones sin poder respirar las víctimas fue impactante para los ciudadanos y mortal para los que estaban encerrados sin ninguna oportunidad de salir de esa tumba del INM.
Se han filtrado a la opinión pública 2 videos: en el primero se ve, el cómo, dónde, quién y con qué objeto inició el incendio de colchones de hule de espuma; y en segundo en el que se ven imágenes de cómo estaban encerrados, detenidos ilegalmente unas 60 personas, de las cuales más de la mitad murieron y los demás salieron heridas.
Como nuestro sistema penal le otorga gran preponderancia a los videos, entonces las imágenes existentes mostradas en esos videos son las pruebas centrales en las carpetas penales que ya empezaron a judicializarse, con hasta el momento 8 órdenes de aprehensión, de las cuales la mitad han sido ejecutadas y judicializadas.
Las responsabilidades que se van, ¡que ya se empezaron a fincar!, directamente por esos hechos se basan principalmente en ambos videos.
Y en el segundo video se ven a unas 60 personas que estaban ilegalmente presas, bajo candados y puertas de acero, lo cual conlleva otra serie y otro grado de responsabilidades penales. Pues en este grupo estarán, por decirlo de alguna forma, los “autores intelectuales” de la tragedia. De aquellos funcionarios que ordenaron detenerlos, encerrarlos en ese lugar con celdas y los que el rumor público dice que “ordenaron no abrirles las puertas, por ningún motivo, a los ilegalmente detenidos”. Aquí encajan los peor que peor, en esos crímenes.
Las investigaciones de la FGR deberán dar muy pronto, con los nombres rango y dependencia laboral de los funcionarios que dieron lugar, directa o indirectamente a la detención ilegal de las víctimas.
Los videos ya arrojaron los primeros responsables. Ahora faltan los de mayor jerarquía.
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