México decide guardar silencio…

Ricardo Alexander Márquez….

Disonancias

….El México de hoy guarda silencio. Una triste y profunda mudez frente a tantas injusticias, sangre derramada, corrupción. Cinismo, muerte, insensatez.

Es un silencio sepulcral que parece que se ahoga con dinero público repartido. Distribuido en programas sociales, en contratos para los grandes empresarios, en corrupción a los funcionarios públicos, en dádivas para los militares.

Escándalos graves como el de Segalmex, que superan en cantidad e impudor a cualquier otro atraco al erario público de los sexenios “cuando había corrupción”, queda sin responsables. Son 12 mil millones de pesos, perdidos entre amigos y familiares de la “Cuarta Transformación”, sin intención de ser recuperados.

Se trata de un silencio cómplice que gritan nuestras autoridades, incluyendo al presidente Andrés Manuel López Obrador, frente a un fiscal general de la República que usó sus influencias para perseguir y encarcelar a la que fuera la esposa de su propio hermano y su hija. Un funcionario público que claramente no cumple con su perfil, pero se corona como un virrey en el reino de lo injusto.

Un silencio que se confunde con indiferencia frente a las grandes tragedias de este sexenio, en el cual las autoridades actuales son responsables de muerte y desolación, incluyendo la explosión de Tlahuelilpan, la caída de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México, el derrumbe del Colegio Rébsamen o los ahogados en el hospital de Tula del IMSS. Eso sin mencionar a los fallecidos por la pandemia que pudieron haberse salvado. Todo es acerca de saber pasar la página.

Estamos hablando del silencio de 90 mexicanos y 10 mexicanas que salen de sus casas todos los días para no regresar y cuya vida queda enterrada en alguna de las miles de fosas clandestinas a lo largo del territorio nacional.

Es el silencio de los mexicanos que están dispuestos a continuar financiando los millonarios negocios de los hijos del mandatario mexicano, siempre y cuando reciban su ayuda social y no sea un “tecnócrata” quien los gobierna. Mejor un López Obrador, con sus ocurrencias y sus frases pegajosas, que nos dice que nuestro sistema de salud es ya casi como el de Dinamarca.

Es el México en donde existen indicios fuertes de la complicidad de nuestras autoridades con el crimen organizado, pero en el que los ciudadanos decidimos voltear hacia otro lado. Ojos que no ven, corazón que no siente.

Y frente a tanto silencio son pocas las voces que se escuchan de la oposición. Insuficientes las marchas por la seguridad. Demasiados oídos sordos para dar respuestas a los problemas contra la violencia de género. Mucha hambre y sed de justicia que no quedará saciada.

Así es el México del silencio, de la polarización, del rencor y las envidias. Así es el México de hoy.

*Maestro en Administración Pública por la Universidad de Harvard y profesor en la Universidad Panamericana

X: @ralexandermp

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