Quieren garantizar su futuro adoctrinando a los niños

Por Javier Realyvázquez

…..El rechazo a los nuevos libros de texto no es un tema solo político ya que tiene sus argumentos según padres de familia y la sociedad organizada.

Primero porque son ilegales, adoctrinan y pervierten a los niños y adolescentes y además son malos porque sus contenidos no tienen una base científica, tienen errores e incluso hacen apología del delito y violencia al promover a grupos guerrilleros.

Segundo, se hicieron sin revisión alguna, sin pedagogía y sin metodología, pero, además -como lo establece la ley- sin la anuencia de los propios padres de familia, responsables de la educación de los niños.

Tercero, está el argumento legal ya que, en el decreto educativo de agosto de 2022, denominado Plan de Estudio para la educación preescolar, primaria y secundaria establece que en 2022 y 2023 se deben realizar pruebas piloto y que los cambios en 2023 se implementarán únicamente en preescolar, primero de primaria y primero de secundaria, en acuerdo con los estados.

Sin embargo, ni se hicieron pruebas piloto ni se conoce el resultado de una sola evaluación. Tampoco se han dado a conocer los programas de estudio detallados para cada grado, pero además tampoco se tomó en cuenta a los padres de familia ni maestros…

Cuarto y quizás el más importante está el argumento pedagógico, ya que los nuevos libros carecen de una base científica y pedagógica para el logro del aprendizaje escolar.

Por ejemplo, se decidió borrar las disciplinas académicas que anteriormente se estudiaban como Matemáticas, Química, Física, Biología y dejar únicamente dos libros de conceptos y tres de proyectos comunitarios.

El libro de “Saberes y Lenguaje” que contiene mínimos elementos de enseñanza matemática basado en experiencias comunitarias quedó reducido sólo a 24 páginas cuando el libro anterior contenía 220 páginas.

Según padres de familia en este nuevo esquema los niños no tendrán libros para español, matemáticas, ciencias naturales, geografía, biología, salud, historia universal y de México. 

Ahora y especialmente en secundaria los maestros no podrán escoger de entre diez a 16 títulos de libros aprobados por la SEP y suministrados por editoriales de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (CANIEM). 

Por si todo esto fuera poco, los nuevos libros que han podido revisar los padres de familia están plagados de errores por eso los autores se niegan a presentarlos oficialmente para evitar que sean evaluados por expertos, ya que desean imponerlos en este nuevo año escolar.

A pesar de eso, existen versiones electrónicas e impresas que se han filtrado a los medios y permiten ver sus grandes deficiencias.

El quinto argumento es el adoctrinamiento, al igual que lo hicieron los sandinistas en Nicaragua y Chávez en Venezuela, no les ha importado violar recurrentemente las leyes ya que los libros fueron elaborados en secrecía para satisfacer los intereses desde la dirección de materiales educativos de la SEP que encabeza Marx Arriaga, ideologizando la educación en todos sus niveles a favor del gobierno federal.

La historia en los libros ahora es contada por los «reprimidos» maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y se les muestran como ejemplos a los guerrilleros.

El objetivo es muy claro: quieren formar militantes para su causa política. No quieren formar mexicanos ni con valores ni competitivos para sacar adelante a México.

Normalizan la conducta LGBTI poniendo en varios de los libros imágenes de parejas homosexuales  y un lenguaje inclusivo de todes. 

Preocupa a los padres la promoción que se hace de lo que llaman la Feria de las identidades en donde todos pueden expresarse como quieran o como se identifiquen, hombre, mujer, animal, etc. Confundiendo su sexualidad

Se hipersexualiza a los niños pidiéndo que hagan una maqueta de los órganos reproductivos masculino y femenino simulando una eyaculación.

Los trabajos bajo la conducción Marx Arriaga y el venezolano chavista, Sady Arturo Loaiza de cambiar los contenidos de los libros de texto sin ningún fundamento científico, sin consultar a especialistas y a padres de familia, como lo marca la Ley es un asunto de mucha preocupación porque ellos saben que adoctrinando a los niños aseguras el futuro de la Cuarta Transformación.

A las autoridades no les está importando el amparo para que los libros de texto no sean entregados, recurso que el pasado 24 de mayo fue resuelto en el sentido de que la SEP debía suspender de forma provisional la producción de los libros de texto.

Preocupa que el presidente de México -quien debería poner el ejemplo y respetar la ley – en rebeldía a lo dispuesto por la Juez Yadira Elizabeth Medina Alcántara insista en que los libros de texto serán distribuidos en las escuelas del país incurriendo de esta manera en desacato institucional.

El último argumento o quizás debiera ser el primero, es que como país en lugar de avanzar de aplicarse esta estrategia de “educación” retrocederá más en el mediano y largo plazo de lo ya de por sí está a nivel mundial.    

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